CLAVES PARA LOGRAR UNA RELACIÓN DE PAREJA IDEAL
Respeto Mutuo:
El respeto se basa en el aprecio de la dignidad como persona de
parte de la pareja. Es una actitud que sabe dejar suelta la
libertad de la otra persona, queriéndola como es y aceptándola,
aunque procurando ayudarla a mejorar. El respeto se puede quebrar por 3 razones distintas, pero complementarias: palabras, gestos y obras.
El respeto de palabra tiene una gran fuerza: aprender a controlarse, ser dueño de uno mismo y no perder la calma. En las crisis conyugales graves, o en aquellas otras crónicas con gran deterioro de la convivencia, las palabras duras, fuertes, hirientes,
venenosas, cargadas de acusaciones y descalificantes van a dejar una honda huella en quien las recibe. Son momentos de pasión que habitualmente producen heridas que no se olvidarán en muchos años.
En sentido estricto, tienen un valor relativo: instantes en los que
uno está fuera de sí, sin control y en los que realmente no sabe lo
que dice, pero aún así su efecto mortífero será difícil de eliminar. Cuántas veces lo primero que encontramos en una pareja
con problemas es una lista de recuerdos negativos con frases
terribles. Por eso, quien sea capaz de dominar su lengua llegará a
poseerse.
Los Defectos del Otro:
Todos tenemos defectos. No hay parejas perfectas. Es injusto
esperar de mi pareja que sea tal como yo lo hubiese preferido.
Tengo que aprender a convivir con sus defectos y no exagerar.
Fijarme sobre todo en sus virtudes, en sus cosas buenas. Puedo
ayudarle indudablemente a mejorar, pero sin obsesionarme por
determinadas cosas, o modos de ser. Hay que saber tener paciencia.
Dice un refrán:"Se mejora, pero no se cambia”. Tú también tienes
defectos, que los demás pasan por alto.
En algunos medios, se presenta un tipo de relación que podríamos llamar de escaparate, donde todos son felices, no hay peleas, ni discordias, no hay errores, ni defectos. Uno puede llegar al matrimonio pensando que todo será así de fácil, sobre algodones, cuesta abajo y no es verdad. El matrimonio es una aventura, donde desde ya tengo que estar preparado para afrontar los disgustos, con esfuerzo y sacrificio. Hay personas que se crean demasiadas expectativas con respecto a su futura pareja. Son demasiado exigentes y cuando se topan con la realidad, sienten decepción.
No podemos guardar una lista de defectos del otro a los cuales les damos demasiadas vueltas. Esto puede hacer de tonterías, auténticas tormentas o tragedias. No es para tanto. Los defectos del otro son llevaderos. No exageremos. Tienes que saber disculpar, comprender. Tienes que llegar no ya a soportar sino a amar los defectos del otro, porque tu pareja es parte de ti. Además, con afecto y buen tino se pueden conseguir grandes cambios en la pareja.
Saber Escuchar:
A veces no es fácil comunicarnos con la pareja. Quizá haga falta
que aprendamos. Necesito escuchar a mi pareja y contarle cosas, lo que me acontece. Cuando no hay comunicación, cada uno se repliega en sus propios asuntos e intereses, nos vamos llenando de egoísmo, el otro en vez de verse como una ayuda se ve como un estorbo, aparecen los sarcasmos, las burlas, los gritos, o los silencios, caras largas, amenazas, chantajes, etc.
La primera condición para una buena comunicación entre la pareja es el tiempo. Tiempo para conversar, intercambiar opiniones, comentarle con delicadeza, algunos aspectos que el otro puede mejorar. Luego, sinceridad. No significa decir lo que se piensa sin más, porque eso puede herir al otro. Tener tino. Conversar sobre los problemas, sacar lo que se nos está atragantando dentro y que a fuerza de darle vueltas llega a crecer a niveles inimaginables, pero hacerlo sin recriminar, sin exagerar.
Aplicar la Inteligencia:
Triunfar en la vida y fracasar en el amor es un contrasentido, pero es algo que se observa con relativa frecuencia. Si se es lo
suficientemente inteligente, creativo y capaz para resolver
problemas en el trabajo, lo mismo debería ocurrir en la relación de
pareja. El talento para otros temas de la vida, no específicamente
afectivos, debe también dejar su huella en el amor, y lo debe hacer poniendo claridad, conocimiento, capacidad para discernir y
profundizar, iniciativa y creatividad.
La pareja no es exclusivamente sentimental. Si se piensa esto, el
amor se vuelve inmaduro, volátil y superficial, como son los
sentimientos. No se conocería lo que vale el esfuerzo diario por
mejorar la relación. Ante dificultades más o menos serias, la
reacción sería dejarlo todo.
"Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa. Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor. De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más
delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes" 1 Pedro 3:1-7.
Fuego para el alma.
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Sabes cual es el versículo Bíblico que muchos jóvenes Cristianos quisieran desaparecer? El que está en 2ª Corintios 6:14, que dice “No os unáis en yugo desigual”, y esto se debe a que muchos jóvenes Cristianos buscan sus parejas entre jóvenes que no comparten su fe, sin importarles la advertencia del Señor por lo que tienen que pagar las consecuencias a veces de manera dolorosa. Hay quienes so pretexto de “evangelizar” a la pareja buscan ese yugo desigual para “llevarla a los pies de Cristo”. ¿Eres tu uno de ellos?.
A lo largo de nuestra vida, la sociedad nos ha enseñado que debemos esforzarnos por lograr lo que queramos, y que el límite es nuestra imaginación, así que “si puedes soñarlo, puedes lograrlo”, sin embargo dentro del Cristianismo la vida no es igual a la de aquellas personas que no viven según la Palabra de Dios. Los cristianos tenemos éxito en la vida, en la medida que confiamos en el Señor y hacemos todo en su nombre y para ÉL. (Si pues comiereis o bebiereis, O HACEIS OTRA COSA, hacedlo todo para la gloria de Dios, 1ªCor. 10:31)
Cuando se trata de conseguir pareja, nosotros mismos nos afanamos y preocupamos por buscar esa pareja, así que si no vemos un prospecto dentro de los hijos de Dios, lo buscamos fuera de ellos, no medimos las consecuencias, y pese a las enseñanzas Bíblicas, los ejemplos contemporáneos de tantos fracasos matrimoniales y vidas destruidas por no vivir dentro de la Palabra de Dios, nuestros jóvenes hacen caso omiso y en su desesperación buscan el yugo desigual
Para el joven Cristiano, Dios tiene la pareja ideal, la ayuda idónea, la mujer o el hombre con quien será completamente feliz, solo hay que pedirlo a Dios, ser constante en la oración y tener paciencia.
Recuerdo un testimonio que leí de unos padres que fueron a recoger a su hija después de un campamento Cristiano para niños y encontraron tirada una Biblia que no decía el nombre de su dueño, esta Biblia estaba toda subrayada de colores y con anotaciones en sus hojas, así que ese matrimonio oró a Dios por que su hija cuando fuere mayor encontrara un hombre entregado a Dios como parecía ser la persona dueña de esa Biblia. El tiempo pasó, la chica creció y se comprometió con un buen joven Cristiano, poco antes de casarse, la familia de la chica se iba a mudar, así que el novio gentilmente se ofreció a ayudar a sus futuros suegros a cargar el camión de la mudanza, en eso estaba cuando una de las cajas cayó al suelo quedando al descubierto su contenido, entre los que se encontraba aquella vieja Biblia subrayada, cuando el Joven la vio, exclamó ¡mi Biblia! ¿Dónde la encontraron?. Dios no solo contestó la oración de aquellos padres, sino que también les dio al dueño de esa Biblia para su hija.
Así los padres debemos orar por nuestros hijos, pero los Jóvenes Cristianos conscientes que su Padre celestial quiere lo mejor para ellos, deben confiar plenamente en Dios y pedirle a Él que les de la pareja ideal, pues Jesús prometió: “Si permanecéis en mi y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho” Juan 15:17
Jóvenes acuérdense de su creador en los días de su juventud…..
(Eclesiastés 12:1)
• “1 Corinthians: 07:01-09 (Un Casamiento Cristiano)”
• “1 Corinthians 11:03-16 (La Conveniencia en el Culto)”
• "El más grande entre la fe, la esperanza y el amor...es el amor"
(1 Corintios 13:4, 5, 7 y 13)
• “2 Corinthians 06:14-18
• “ Proverbio 31:10-31 (Alabanza de una mujer virtuosa
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